3/24/2007

¿Cómo consiguieron silenciar a País Bizarro?

Queremos empezar proclamando nuestra solidaridad con las personas que han visto borrados sus blogs. Ojalá la lectura de este texto, el último que publicamos en País Bizarro, les permita entender por qué ocurrió eso y aun tener alguna pista sobre los autores, a los que sin duda nos gustaría ver castigados ejemplarmente, pues se trata de un delito grave.

A pesar de lo que esas personas puedan experimentar, no obstante, vale la pena que se detengan a pensar si es verdad o no que el objetivo de los malhechores era sencillamente acallar a País Bizarro. Y lo han conseguido gracias a que en ese objetivo, si bien no en la tarea delictiva propiamente dicha, cuentan con el apoyo —o al menos con la solidaridad— de la mayoría de los blogs colombianos organizados.

La moral colombiana

Entre los muchos elementos grotescos que ofrece esta historia destaca sobremanera el hecho de que quienes borraron los blogs de varias personas firmando como «Jaime Ruiz» proclamaran que intentaban defender la moral colombiana. Si algo ha sido este blog es una denuncia constante de la moral colombiana. De la moral de los colombianos.

Es lo que determina la enemistad generalizada de los blogueros y el acoso que sufre desde hace años, con toda clase de insidias, de las cuales la más repugnante, por lo alevoso («hecho con certeza de impunidad») es la reciente
«discusión» en la página del profesor de la Universidad Externado de Colombia Víctor Solano.

Para orientar a los lectores que desconocen esos hechos haremos un cuestionario que llamaremos «Lo que no contestarán los demás blogs colombianos». A medida que surjan los temas, se irán presentando las preguntas.

1. ¿Conoce algún blog en el que se haya publicado alguna vez una entrada en la que se intente refutar lo que se dice en País Bizarro o demostrar que hay algún error o mentira en ello?

Ciertamente no pretendemos estar a salvo de cometer errores, pero el desprecio generalizado determina que ningún bloguero se rebaje a analizar ningún argumento, y en cambio sí son frecuentes las protestas indignadas por lo que se dice. Protestas que extrañamente rehúyen los argumentos. Salvo el de que en País Bizarro lo que se dice no tiene ningún sentido.

Es posible. La ausencia de sentido determina la animosidad de una nación de filósofos escrupulosos.

El origen de todo eso es el sistema de valores tradicional. Refiriéndose a México, Octavio Paz señaló repetidamente algo que es válido para toda Latinoamérica: que el hecho de vivir en el aislamiento y bajo el dominio de la España de la Contrarreforma dio lugar a sociedades refractarias a la crítica. Por eso cualquier discusión termina en agresiones personales y por eso la rectitud es una idea que parece delirante: sólo importan los buenos modales que expresan la extracción social y facilitan la creación de camarillas.

Bueno, este blog pretendía ejercer la crítica y de algún modo alcanzar una comprensión de la sociedad colombiana, de su mentalidad y de sus hábitos. Resultó una tarea muy incómoda para la mayoría de los blogueros, con los cuales en términos generales no buscábamos relación.

Sencillamente había una página que era diferente y había necesidad de controlarla. Es remotamente posible que las personas que borraron esos blogs firmando como «Jaime Ruiz» para difamar a País Bizarro no tengan relación alguna con los demás blogs, pero comparten ese propósito.

El Leitmotiv y el coro

Creamos el blog País Bizarro en mayo de 2004 a raíz del cierre de Colombia Analítica, una página en cuyos foros participábamos. Pretendíamos conservar algunos textos y ofrecerlos a los lectores así como publicar comentarios sobre la actualidad política. Probablemente sea lo normal que los blogs nuevos pasen inadvertidos por un tiempo. No obstante, con intermitencias fuimos actualizando y aumentando las visitas y los comentarios.

En octubre de 2005 apareció en el blog
Balada del Elefante Azul una especie de retrato de Jaime Ruiz cuya lectura recomendamos (copiado aquí). Debemos copiar dos párrafos para explicar un poco cómo empezó a manifestarse el coro.

Hace unos días, debido a
una entrada que, por su cinismo, no pude evitar contestar, me enfrasqué en una discusión con el señor Jaime Ruiz que he continuado hasta el día de hoy. Es una discusión en la que las perspectivas de mundo de ambos son tan distintas que la concertación es una utopía. No sé por qué continúo con ella. Percibo falacias en la argumentación de Ruiz, tal vez, e intento que reconozca que nadie en sus cabales puede asumir semejantes cosas y concluir semejantes otras. No he tenido éxito hasta ahora y dudo que Ruiz dé su brazo a torcer. No es su estilo.

Más adelante:

Utiliza con maestría el doble sentido y el sarcasmo. Recurre a ellos para, sutilmente, sugerir que ciertos régimenes dictatoriales del cono sur eran justos —aunque Castro, obvio, sea un carnicero de marras—, que hay maneras correctas e incorrectas de matar, que los pobres se merecen su suerte —se la buscan—, que la democracia es buena siempre y cuando no todo el mundo pueda acceder al poder, que es bueno preservar las castas y las clases, la estabilidad que brinda la tradición. Eso sí, es anticlerical y ateo, ni más faltaba. [las negritas son nuestras]

Releyendo esa discusión que menciona el párrafo anterior nos encontramos con una frase de Jaime Ruiz que nos resulta extrañamente familiar:

... me gustaría que me mostrara un solo caso en que justifico que se asesine a nadie.

Todavía estamos esperando la respuesta. No de Javier, sino de cualquiera de los detractores de este blog. Es todo. A partir de entonces sólo es una variación del mismo tema por un coro creciente y diverso. Puede desaparecer este blog y pueden pasar años, pero la pregunta seguirá vigente. No la pueden contestar y sólo tienen el recurso de alzar la voz. De intimidar mediante calumnias, de poner en cientos de blogs miles de comentarios groseros y amenazantes, de inventarse
blogs calumniosos o de borrar los blogs de otros, todo ello firmando como «Jaime Ruiz».

Todas son variaciones de la misma calumnia inicial, cometidas cada vez por personas peor relacionadas y menos instruidas.

Bueno, cada frase del segundo párrafo citado es una calumnia. Y quien lea la discusión original no encontrará nada que tenga relación con defender castas ni con que los pobres se merezcan su suerte ni con nada de lo que dice el párrafo. Vale la pena otra pregunta.

2. ¿Cree que el editor de la Balada del Elefante Azul está dispuesto a sustentar las afirmaciones vertidas en los párrafos citados en este post con textos obtenidos del artículo que enlazó y de la discusión relacionada con él?

La discusión en la página del mencionado profesor de la Universidad Externado de Colombia es la consumación de la larga tarea, cuando ya quien creó la obertura está retirado de la misión.

Es importante que los lectores estén advertidos de la diferencia de los hechos. Las personas que han sido víctimas del que borra los blogs consideran que ése es el agravio principal. Lo del blog de Víctor Solano es otro atropello, mucho más dañino para la blogosfera, para el periodismo y en últimas para la sociedad.

Pero sobre todo mucho más repugnante.

No sabemos si tienen relación con quienes borran los blogs. Pero aprovechan ese hecho para concluir la misión que comenzó con ese ya lejano «retrato». Característico es el hecho de que en ningún blog se haya prestado atención a la
denuncia que presentamos en el post anterior sobre lo que promueve el sacerdote jesuita Javier Giraldo, para quien poner minas para matar soldados es una acción lícita y al mismo tiempo el gobierno es ilegítimo, por lo que al hacer lícito algo útil a un fin que aprueba, está llamando a hacerlo.

3. ¿Cree que algún blog colombiano intentará refutar que la proclamación de la legitimidad del asesinato de personas (encubierta bajo la etiqueta «soldados») tiene relación con estimular a quienes lo hacen?

Es decir, se nos acusa de promover asesinatos porque denunciamos a quienes lo hacen realmente, que es a quienes quieren proteger. El editor de la Balada del Elefante Azul forma parte de un grupo de intelectuales colombianos jóvenes que viven mayoritariamente en el exterior haciendo diversos cursos de posgrado. Como es bien sabido por cualquier colombiano, esos intelectuales son unánimemente hostiles al actual gobierno y también partidarios de ideologías colectivistas. Al día siguiente aparecieron numerosas
respuestas a su escrito, la mayoría indignadas y obviamente ninguna que cuestionara la veracidad de las afirmaciones emitidas.

Es muy importante recordar que no volvimos a comentar los posts de ese blog hasta la segunda
ocasión en que nos hicieron protagonistas con una cita sacada de contexto sobre Héctor Abad Gómez, personaje que después ha vuelto a destacar en los medios por el libro de su hijo. Ahí resultábamos responsables de los asesinatos de miembros de la UP por el hecho de afirmar que esa organización tenía que ver con el PCC y con las FARC y que estas últimas cometían diversos delitos que acrecentaban el poder de sus socios. Lo intelectual y universitario en Colombia es por ejemplo insultar a una persona porque no es fácilmente localizable. O por no ser joven. Fue lo que ocurrió decenas de veces con Jaime Ruiz por parte de esos intelectuales.

A pesar de que seguíamos esperando respuesta a la pregunta de Jaime Ruiz (respuesta que no estaba en ese post, pues el hecho de señalar que los asesinados no eran buenas personas no quiere decir de ninguna manera que se esté justificando que los maten), volvía a aparecer el tema:

Ruiz no pierde ocasion para sugerir y justificar asesinatos y desapariciones, especialmente cuando estas le convienen a su perspectiva del mundo.

Da lo mismo, este denunciante parece en retiro (incluso nos ha escrito pidiéndonos que sigamos con el blog), pero el tema sigue plenamente vigente, y sobre todo, a pesar del protagonismo que hemos adquirido, la pregunta todavía no encuentra respuesta. Puede que una vez acallado País Bizarro aparezca el bloguero esforzado que se tome el trabajo de leer y encuentre el sustento de tal afirmación.

Sólo está claro que es la forma de defenderse ante la acusación de complicidad con las guerrillas y sus pretensiones dirigida a los intelectuales, a los grupos comunistas y a la gran prensa. Como ya hemos explicado, no se ha visto el post en que se refute lo que decimos, sino simplemente el rumor (eso en lo que podemos leer, a saber lo que circulará por el correo electrónico).

Se trata de la cultura colombiana y la moral colombiana: la crítica es imposible, sólo cuenta la intimidación y la calumnia. Ojalá en el siglo XXII aparezca alguien que intente cambiar eso. Las
respuestas a ese post (copiado aquí) fueron mucho más numerosas y la hostilidad fue aún más feroz. Pero era sólo el comienzo.

En marzo de 2006 el directorio Blogs Colombia recomendó País Bizarro y abrió una sección de foro. Volvió exactamente el mismo tono y los mismos argumentos, acompañados al final por
amenazas y calumnias incluso contra otras personas. Es importante tener en cuenta que tales delitos se cometieron desde un computador de la Universidad Nacional y cualquier investigación sobre la destrucción de varios blogs debería empezar por ahí. A tal punto que tuvieron que cerrar ese foro. Sólo pudimos copiar una parte, que se puede leer aquí.

El coro, en definitiva, es numeroso y hace ruido siempre. En junio de 2006 aparecieron unas
amenazas en la página de Indymedia y naturalmente ningún blog se ocupó del asunto, con la honrosa excepción de Atrabilioso.

4. ¿Cómo se explica que sólo un blog colombiano condenara las amenazas aparecidas en la página de Indymedia en junio de 2006?

Sería tedioso e infinito comentar todos los episodios en que aparecieron decenas de comentaristas dando muestras de su odio a País Bizarro. Al interesado sencillamente le dejaremos .
unos cuantos enlaces.

El repudio y la «rosca»

Hay dos imágenes que resultan inevitables al pensar en todo ese acoso. La primera es la de los cinco minutos de odio contra Emmanuel Goldstein con que las víctimas del régimen monstruoso descrito en la novela 1984 de George Orwell muestran su forzosa adhesión. La otra, como calcada de ésa, los actos con que los agentes del régimen cubano intimidan y humillan a las personas que se atreven a discrepar.

Pero esos actos de repudio también determinan afinidades y lealtades. Es decir, contribuyen a la formación de camarillas, en Colombia conocidas como «roscas». Éstas son por definición excluyentes y por tanto propensas a fomentar el repudio de cualquier adversario o enemigo como forma de cohesión. Con lo que ambos fenómenos se retroalimentan: quien quiere formar parte de la camarilla tiene que participar en los actos hostiles, y no hay camarilla sin rivalidades y enemigos.

Esa clase de redes de apoyos y complicidades para acceder a privilegios e influencias definen lo que es la cultura colombiana: una cultura mafiosa, en la que siempre hay intrigas y conjuras para sacar ventaja de la rapiña. No hace falta el narcotráfico, como creen muchos. Hasta en un mundo en apariencia tan intrascendente como el de los blogs ya se ven esas camarillas operando.

De modo que ante cada comentarista y cada miembro del coro intimidatorio hay que preguntarse siempre a qué camarilla pertenece. Tenemos la sospecha de que el acto de borrar los blogs fue obra de una camarilla, pues parece coordinado con los mensajes amenazantes. Bueno, también a veces saltan demostraciones de que los blogueros se comunican por correo electrónico.

Comentarios de Jaime Ruiz

Consustancial a esa cultura mafiosa es el cinismo con que se obra en cada convocatoria de hostilidad. Desde principios de este año aparecían en numerosos blogs comentarios insultantes y amenazantes con vivas a las bandas de asesinos paramilitares o autodefensas, tema que motivó varios posts de protesta en País Bizarro. ¡Pues ya se verá como los comentaristas que participan en la citada discusión de la Universidad Externado de Colombia se muestran a la vez buenos conocedores de nuestro blog y dispuestos a creer en la autenticidad de esos comentarios!

5. ¿Cómo se explica que sólo tres blogs colombianos comentaran la proliferación de mensajes calumniosos firmados como Jaime Ruiz a pesar de las protestas publicadas en País Bizarro?

Eso no les bastó. Poco después borraron una serie de blogs firmando como Jaime Ruiz y ante la escasa credibilidad que provocó la atribución del hecho crearon una página,
País Paraco, en la que de nuevo se repite el citado Leitmotiv del blog del Elefante Azul. Como era de esperarse tratándose de los blogs colombianos, no hubo ninguna protesta.

Ideas y contactos

Lo que nos pone en minoría es el hecho de que nuestros posts pretenden transmitir ideas, mientras que muchos, particularmente los de los más activos y hábiles en relacionarse con las ligas de blogueros y en figurar como líderes, sólo buscan contactos para crear redes y camarillas. Lo típico es la ausencia de polémica: se copian textos, se enlazan textos, se escriben cinco líneas sobre temas que producen buena conciencia en los lectores y ya está asegurada la carrera de algún personaje que espera usar su blog para promoverse y figurar.

Eso se comprobará leyendo las respuestas que suscitó el increíble post del mencionado profesor de la Universidad Externado de Colombia. Pero eso también explica la hostilidad del citado profesor, que reaccionó con ira a la
mención que hicimos de un post suyo en el siguiente párrafo:

Por eso se puede decir que prácticamente no importa de qué conflicto se hable, lo que está en juego no es el poder de unas potencias vencedoras, sino los privilegios que ciertos sectores sociales pretenden conservar en detrimento de sus víctimas y no de esas potencias. Pero es muy difícil para los colombianos reconocer ese orden, ¡con lo bonito que es protestar porque a los periodistas no les ofrecen
salarios dignos de su oficio, o porque los médicos «sólo» se ganan en quince minutos lo que un obrero en día y medio!

Las ideas son problemáticas, ¿habrá que recordar que ese profesor de la citada universidad es el mismo autor de un texto en el que se reivindica la palabra como única arma del bloguero? Ya veremos qué uso hace de las palabras y hasta qué punto su retórica sólo conduce a completar la labor del que borró los blogs. Su fin es intentar hacer verosímil una calumnia grotesca manipulando a personas menos diestras con la palabra para convertirse en el líder del coro que hemos descrito hasta ahora.

6. ¿Cree usted que el escrito del profesor Solano, de la Universidad Externado de Colombia, pretende reforzar la absurda acusación sobre sobre la autoría de Jaime Ruiz del crimen contra los blogs borrados a principios de marzo, o es que no es absurda?

De hecho, aparte del agravio de criticar su post, el mencionado profesor tenía otro motivo de queja. En el penúltimo post de País Bizarro se le cita:

... respecto a los blogs borrrados firmando como Jaime Ruiz me contestó un profesor de periodismo que la mayoría ni me culpaba ni me absolvía. Genial: usted le dice a su vecino «Me han atracado», y él contesta: «No te preocupes, yo te absuelvo».

Lo demás es conocido, la destrucción de varios blogs a principios de marzo, el silencio habitual del coro, que deja a los trombones y aun a los intestinos ejecutar su performance. Es que constituyen una sola pieza, una sola conjura, un solo programa.

Tal es la historia reciente de Colombia: los estudiantes universitarios de los años sesenta, setenta y ochenta clamaban por la lucha armada para crear dos, tres, muchos Vietnam y una vez se graduaron gracias al poder que sus turbas obtuvieron, dejaron la lucha en manos de personas de condición social más humilde. Del mismo modo, TODOS los
atentados terroristas de las FARC se atribuyen al gobierno, no es raro que algunos se cometan para dar material a los propagandistas. Lo de borrar los blogs para difamar a País Bizarro es parte del mismo juego.

Noción de «denuncia»

En los días que siguieron uno de los blogueros afectados publicó un comentario en su antiguo blog, el cual comentaremos más adelante. El caso es que en él iba sumando inferencias hasta llegar a la conclusión de que Jaime Ruiz podía tener relación con lo que le ocurrió a su blog e invitando a copiar su comentario en otros blogs. Entre los que opinaron se encontraba el mencionado profesor Solano, que anunció que publicaría el comentario.

Al cabo de un rato apareció un nuevo post en el blog del ya célebre docente de la Universidad Externado de Colombia:

Bilioso denuncia a Jaime Ruiz y anuncia que no seguirá como blogger

Es de la máxima importancia analizar esa frase porque ahí se reconoce el arte, por llamarlo de algún modo, de este profesor, y acaso de los periodistas colombianos. La cacofonía que se produce entre denuncia y anuncia, la tragedia que expresa la segunda frase y aun la extensión del título sirven para amortiguar y tapar la mentira de la palabra denuncia. ¿Qué es denunciar?

7. ¿Cree usted que el hecho de publicar una suposición se puede considerar denunciar a alguien? ¿Dice eso el diccionario? ¿Por qué lo expresa así un profesor de periodismo?

El arte no es más que eso, combinar y dar forma a los materiales de modo que produzcan un efecto conmovedor. La Universidad Externado de Colombia puede enorgullecerse de contar con un verdadero artista. En una ocasión llegó a la cuenta de correo de País Bizarro un mensaje de Víctor Solano contándonos que en la página
Telúrica habían publicado un video en el que se acusaba a Jaime Ruiz de borrar los blogs y aparecía Víctor Solano como denunciante. Eso fue en febrero. Reaccionamos con la mayor benevolencia, creyendo de buena fe que al profesor Solano lo habían malinterpretado. Sólo es ahora cuando entendemos lo que pasó.

Amenazados por País Bizarro y la blogoteca en algún milímetro de protagonismo, promueven el mito de que somos propagandistas de los paramilitares. Los jóvenes de Telúrica reciben una información tejida habilidosamente para que crean que es así, que un tal Jaime Ruiz borró los blogs y que es un propagandista de los paramilitares, pero si se examina el texto no dice eso literalmente. Los que sólo ven el video se quedan con ese dato; los que leen los comentarios, se enteran de que hay una discusión; los que siguen los enlaces, se encuentran con la aclaración del profesor y nosotros casi que le agradecemos su amabilidad al informarnos. Brillante, hay que reconocerlo.

Esto es tal como lo suponemos, obviamente, no conocemos la comunicación del profesor Solano con Telúrica ni confiamos en que la que publicaran sería la original, ya que el profesor Solano es una persona influyente y los otros son unos principiantes. Sólo invitamos al lector a ver el video y a preguntarse qué clase de información recibieron los autores para llegar a esas conclusiones.

Éste es el texto del post:

’Bilioso’ es un personaje singular de la blogosfera colombiana. Su humor ácido y su retórica pesimista que condena a Colombia a perpetuar su historia de desgracias casi que por condición genética ha molestado a muchos, así como tiene decenas de seguidores que ven en él a un auténtico blogger.

Personalmente, el estilo de Bilioso en su blog
Bilioso y pecueco me deja sinsabores porque me parece que escribe inteligentemente, pero a veces siento que podría volcar su creatividad en sus textos y menos en los agravios a los visitantes. Aún así, Bilioso se ha ganado un espacio y me parece valioso que él tenga la oportunidad de expresarse. Mi concepto de libertad consiste en que comparto libremente mi espacio con personas como Bilioso y por eso haré todo lo posible por convencerlo de que continúe en la red. Ayer su blog fue crackeado y Bilioso anunció allí que no volvería abrir el blog, aunque tiene el respaldo de las copias de seguridad que ha hecho.

En el mismo comentario que él dejó en su propio blog, Bilioso cree firmemente que el señor Jaime Ruiz, autor del blog
País Bizarro, “está detrás de todo esto”. Dejo a continuación el texto que escribió para que ustedes decidan y atiendo la solicitud que hizo Bilioso para que los blogs que lo consideraran pertinente lo publicaran. Bilioso quiere que insistamos en que esta es solo su opinión y que no compromete a los que aquí publicamos. Como autor digo que este espacio es cada vez menos exclusivamente mío y más de todos y en ese sentido tienen este blogcito abierto tanto Bilioso como Jaime Ruiz y todos los demás.

Ya hemos mencionado antes la evidente mala fe de quien pretende discutir la culpabilidad de alguien cuando las sospechas son absurdas. ¿O no dictaminaría el sentido común que son más sospechosos Víctor Solano o Bilioso que Jaime Ruiz? Pero Solano es avispado, ya hemos descrito antes su aserto de que los blogueros ni condenaban ni absolvían a Jaime Ruiz, como si de verdad hubiera hecho algo ilícito. Esta vez esperaba que Jaime se pusiera a discutir con Bilioso sobre su posible culpabilidad. Pero ¿cuál es el asidero de esa acusación? Ninguno, es algo grotesco con lo que se pretende tomar venganza de que nadie tiene argumentos para responder sobre lo que hemos escrito. Claro, el desaprensivo Víctor Solano sabe que hay muchas personas dispuestas a calumniarnos y no vacila en originar una discusión que le reporta visitas y liderazgo.

8. ¿Opina usted que ante una acusación sin fundamento tiene sentido ponerse a discutir?

El «humor» de Bilioso no es ácido ni nada, sino simplemente lenguaje soez. Es una de esas personas que empiezan a usar esa clase de lenguaje y se sienten a un tiempo originales, espontáneas y auténticas. Esa palabra, humor, aludía a los líquidos de un organismo vivo. El humor de Bilioso, sin el menor ánimo de ofender, es fuerte por el olor nitrogenado que exhala.

(A partir de ahora mostraré sólo el texto que conviene a mi argumentación, pues es una discusión larga. Quien quiera leerla toda tiene arriba el enlace.)

Este es el texto de Bilioso:

[...]

Creo que se trata de una colombianada muy eficaz ya que con esto se logra callar los textos de quienes queremos decir algo y aprovechamos la comodidad que nos brinda el anonimato de un blog.


La acusación parte del mérito cívico de opinar y de la pretensión del poder de acallar al ciudadano que expresa sus opiniones libremente. No hemos borrado ninguna opinión de Bilioso en País Bizarro ni en ninguno de sus apéndices. El lector puede buscar sus participaciones
aquí o aquí. Ésta es la clase de comentarios que dejaba. Una víctima del poder.

Es nuestro país si uno está en desacuerdo con quienes ostentan - a perpetuidad - el poder puede ser presa fácil de los organismos represivos del Estado quienes están acostumbrados a asesinar y a desaparecer a sus oponentes. No me extraña en realidad que esto haya sucedido pues la costumbre colombiana es acabar físicamente con sus oponentes sin mostrar el menor asomo de pudor o remordimiento. Ya sucedió con Bernardo Jaramillo, Jaime Pardo, Carlos Pizarro y con miles de sindicalistas y periodistas que en nuestro país son asesinados por oponerse a vivir de rodillas. No es extraño, repito, que esto esté pasando en la blogosfera colombiana pues siendo colombiana todo esto y mucho más se puede esperar.

El aliento épico de este bloguero ya convierte el delito cometido contra su blog (del que guardaba copia, incluida la plantilla) en un feroz acto represivo del régimen que excluye a los ciudadanos comprometidos... Lo que entristece es pensar precisamente en la absoluta indiferencia con que la que los cuerpos de seguridad del Estado se han tomado la campaña de calumnias y destrucción de blogs con que algún defensor de la universidad colombiana ha respondido a los cuestinoamientos que le hemos hecho desde nuestro blog. Por no hablar de la patente sensación de reconocimiento de ser motivo de un post en uno de los blogs más concurridos, el de un profesor de una universidad de ricos. ¡Y lo que se reirán de sus pretensiones sus nuevos amigos!

De la autoría de los hechos sí quiero hablar pues yo, al menos yo, personalmente considero que el señor Jaime Ruiz tiene algo que ver con lo sucedido. ¿Qué pasó cuando se presentaron los primeros ataques a los blogs? De inmediato los blogueros salieron a decir que NO CREÍAN que el señor Ruiz estuviera detrás de esta canallada. Fue una absolución inmediata. Como resultado de la prematura inocencia del señor Ruiz se duplicaron las visitas a PAÍS MANCUSO y el señor Rodillas Peladas Ruiz ganó una popularidad que nunca antes tuvo y por supuesto NO MERECE. [Las negritas son de Bilioso]

Se nota la dignidad del colombiano sufrido que aborrece los textos largos, el lenguaje alambicado (salvo el que usa él), a los que no maldicen todo el día al gobierno y a los gringos. También la categoría mnoral de quien encuentra en la propia voluntad un elemento para acusar. Colombiano, no hay otra palabra para definir eso. Esa condición moral. Pero es un error decir que las visitas a País Bizarro aumentaron gracias a la obvia absolución de los blogueros: aumentaron gracias al crimen que cometió alguien para difamarnos: alguien muy parecido en su conformación psíquica a Bilioso, alguien que pretende defender a la universidad colombiana y los valores revolucionarios de la izquierda democrática. Bueno, cada manifestación del coro intimidatorio nos ha ocasionado más visitas. El mismo blog de este pensador colombiano ha servido para darnos a conocer.

Es sumamente interesante la capacidad del colombiano para corromper el lenguaje y llevar las cosas por el lado que le conviene, la virtud leguleya. ¿Dónde hubo absolución? ¿Hay alguien que conozca País Bizarro que crea posible que después de estar años defendiéndonos de las insidias del coro, vamos a ir a decir que somos amigos de los paramilitares? Nadie es menos sospechoso que nosotros. Sólo la voluntad del bloguero le permite tomar la calumnia como un dato evaluable.

Yo creo firmemente que el señor Ruiz es la persona que está detrás de todo esto. No materialmente porque su corta capacidad ni siquiera le permite ver la cochinada que nuestro gobierno nos embute pero sí intelectualmente ya sea ordenando los ataques o sugiriendo en privado a sus alzafuelles que ciertos blogs son peligrosos por su contenido. No me parece una idea descabellada; la paranoia de este payaso da para eso y mucho más.

Es muy interesante analizar la astucia del personaje. Típica del colombiano, que siempre se las arregla para manipular a los demás. El odio a Uribe entre la mayoría de los que escriben y leen blogs es una muestra de la superioridad intelectual de Bilioso. ¡Cuyo blog es peligroso por su contenido! ¡Tan peligroso que eran sólo la explosión de procacidades de quien rabia por no poder integrarse en alguna camarilla influyente! No es sólo el odio al presidente, sino también el que han manifestado los blogueros contra Jaime Ruiz lo que convoca el personaje. Ahí, comedidamente, va proclamando la peligrosidad de sus escritos para el régimen. ¡Cuánto no se habrán reído los amigos de Víctor Solano con el rústico grotesco al que emborrachan y halagan para que les practique los cortes de franela que tenían pendientes!


Rutinario, de cajón: vanidad mata astucia. Halagado por su inesperado protagonismo, descubre que es un prócer histórico en el campo de la blogosfera cuya caída es como todos los crímenes que ha sufrido la izquierda democrática.

Además, ¿qué hacker sería tan torpe de hacer un ataque y firmar con el nombre de su oponente o su patrocinador según el caso? ¡Ninguno! Es la coartada perfecta pues el sentido común nos indica que nadie es tan bruto como para firmar con su propio nombre tras cometer un acto tan bajo como el cometido. Al firmar con el nombre de Rodillas Peladas no sólo lo absuelve sino que también obliga a los visitantes de los blogs dañados a pasarse por su blog donde con todo el cinismo del caso se defiende y se convierte – autonombrándose como siempre – en el defensor hidalgo de la blogosfera colombiana.

Lo malo de ese razonamiento, aparte de la lógica de que alguien se busca enemigos colombianos (léase: asesinos) para obtener más visitas en un blog, es que también podría tenerlo previsto otro lamer. Es muy difícil describir para alguien de otro país esa particularidad del ser colombiano, esa certeza profundamente arraigada de que algo es sucio y perverso y por tanto es verosímil. Se podría decir que es como una forma primitiva de culto de la inteligencia, y ante nada vacila. ¡Puesto que otro lamer se podría haber figurado eso, también Jaime Ruiz podría haber comprendido que eso ocurría y contar con eso para de todos modos hacerlo!

Ésa es la prueba que conmovió a Víctor Solano, aparte de apoyar a una persona que no tiene donde expresarse sino simplemente creando una nueva cuenta en Blogger. Impresionante. Ya veremos más prodigios, como las protestas por el respeto a las personas, como si no hubiera suficientes insultos a Jaime Ruiz en ese escrito.

Es un plan muy bien trazado el del señor Ruiz: no sólo se convierte en víctima - sin serlo - de los ataques sino que además gana popularidad y con un simple “yo no fui” se lava las manos y queda él – como siempre – como el mártir incomprendido a quien todos quieren atacar. Pobrecito. ¿Sí él es la víctima de todos estos actos por qué su blog se encuentra intacto y los blogs de sus opositores se encuentras destruidos? Ésa es una razón poderosa. ¿Cómo es que si alguien borra los blogs para calumniar a Jaime Ruiz y País Bizarro precisamente este blog sigue intacto?

Ya no sabemos qué decir, creíamos que la única prueba era la anterior. Son criterios que naturalmente Víctor Solano, maestro de periodismo que por algo enseña en la Universidad Externado de Colombia, respeta como el que más.

Muy inteligente: sale de sus opositores a la vez que se convierte en una víctima indemne. Eso al menos es lo que yo pienso; creo que es una estrategia muy bien formulada la del señor Ruiz pero sé que muchos de ustedes no estarán de acuerdo conmigo. Igual es mi opinión personal simplemente.

Las suposiciones más audaces de este bloguero, como que tengo interés en suprimir sus escritos, que de todos modos puede volver a publicar, no merecen ningún reproche de ningún comentarista. Es que sencillamente tratan de añadir razones para que prospere la calumnia y para que Bilioso se entusiasme y se sienta convirtiéndose en el San Jorge que mata al Dragón. ¿Cuántos podrían tener que ver con la conjura de borrar blogs? No se puede saber. Pero en cambio, con esa otra conjura de explotar la torpeza ajena para sacar algún provecho sí tienen que ver todo. ¿O el editor del Elefante Azul, que comenta más abajo, no podría haberle aclarado que era poco probable que Jaime Ruiz quisiera perseguir sus opiniones?

Yo puedo recuperar mi blog en segundos ya que tengo la plantilla y los posts individualmente guardados en archivos de Word pero por supuesto no voy a hacerlo porque considero que no vale la pena expresarse para ser víctima de los canallas como Jaime Ruiz que atacan con términos peyorativos y vías de hecho a todos aquellos que no estén de acuerdo con su obtusa visión del mundo. No vale la pena volver a esto. No vale la pena perder el tiempo en una tontería que ha mezclado el mundo virtual con el mundo real y ha llevado los conflictos ideológicos a las vías electrónicas.


Es un razonamiento conmovedor: no va a publicar sus posts para no dar ocasión de que se los borren. Ya se verá como todas las intervenciones de Víctor Solano y de los comentaristas avisados tienen por objeto ocultar esas perversiones del sentido y de la lógica.

Suficiente con ver el reguero de cadáveres que nos deja Colombia todos los días como para ahora comenzar una guerra de bytes que no puede llegar a ninguna parte porque desde que comienza comienza perdida. Esto es una tontería, repito.

Otra expresión del ser colombiano: estar siempre por encima. Bilioso no quiere comenzar una guerra de bytes que comienza perdida. Ya se verá hasta qué punto la discusión y la continua comprensión y apoyo de personas valerosas y sensibles lo convencen de otra cosa.


Lástima que Víctor Solano, en su papel rector y de modelo de tolerancia no quiera participar en la campaña. Bueno, es que también es alguien que cree en la inocencia de Jaime Ruiz. Nada como ser buena persona.

Yo no sé que les pudo molestar a quienes hicieron esto. Es posible que se hayan sentido heridos cuando dije públicamente que no me gustaba el blog de Lully y es cierto: no me gusta. No me gusta porque creo que no dice nada nuevo y creo que a su autora la han endiosado y ella solita se ha creído el cuento de que es nuestra diva, nuestra Amparo Grisales, pero no me gusta su blog, ella ni me va ni me viene y en su contra no tengo nada. Muchos blogs no me gustan y no por eso soy enemigo de sus autores. La blogosfera colombiana ha llegado a un punto de intolerancia en donde quienes no están con la rosca de borregos asintiendo permanentemente a las aceptaciones y preferencias de la mayoría entonces son subversivos indeseables. A mi no me gusta el blog de ella pero no por eso lo voy a dañar, yo leo sus entrevistas y eventualmente leo sus posts pero en términos generales su trabajo no me gusta porque me parece muy elemental, muy obvio y muy posudo. Sin embargo cuando ella sufrió el ataque fui de los primeros en expresar mi rechazo a lo sucedido. La verdad estoy especulando pues no tengo la menor idea de lo que pudo haber molestado a mis atacantes y no es importante conocer las causas que provocaron el ataque pues ya mi blog está destruido. ¡Y con lo que me demoré poniendo el encabezado! Es como si le aflorara otra personalidad.

9 ¿Qué piensa usted de la posibilidad de que Jaime Ruiz borrara el blog de Bilioso por haber escrito que no le gustaba el blog de Lully?

Lo que interesó a los atacantes del blog de Bilioso, igual que del de Sergio Méndez, es la hostilidad del personaje contra País Bizarro. Tan patética que le dio vergüenza publicar de nuevo los posts excusándose en que el sistema no le deja ponerlos, a pesar de que antes había dicho que los tenía en formato Word.

[...]

A partir de ahora es el texto de Víctor Solano.

Personalmente soy de los que piensa que Jaime Ruiz no está involucrado, aunque la mía sea solo una opinión no técnica ni jurídica. Jaime: Sé que ya has expresado tu posición, pero si lees esto te invitamos a que converses sobre este tema si lo consideras pertinente. Lo más importante es tener las dos versiones. Entre todos tenemos la oportunidad de convertir los espacios de comentarios en verdaderos momentos de conversación sana, de reflexión y seriedad.

¡Pues son muchos los que «piensa» que Jaime Ruiz no está involucrado! ¿Y cuántos «pensará» que Víctor Solano está involucrado? ¿Y Bilioso? La falsedad de este profesor es de veras impresionante. Todo el problema es salvar la apariencia de sentido de la absurda «denuncia» de Bilioso. Claro, los niños se quedan solos y cuando vuelven los padres el más pequeño se apresura a decirles: «No nos hemos comido los chocolates». Víctor Solano no hace eso, es el amigo de Jaime Ruiz, el hombre ecuánime que no es de los que «piensa» que Jaime Ruiz está involucrado. Si dijera que lo pensaba, obviamente todo el mundo vería la intención de calumniar.

Pero entonces ¿por qué publica un disparate semejante? «No pensar que Jaime Ruiz está involucrado» es la única forma en que se legitima la ridícula suposición de Bilioso. Se vuelve una posibilidad como cualquier otra: ¿es Chávez un agente de una invasión extraterrestre? Tema para una encuesta en un blog, lógicamente el editor no lo cree, pero todas las opiniones son respetables, etc.

Y si llegan por correo aseveraciones repugnantes sobre la vida familiar de alguien, ¿la publicamos junto con nuestro escepticismo? El descaro que tiene alguien para llegar a eso, el que un personaje con una moralidad semejante, aún peor que la de Bilioso, y es mucho decir, sea profesor de una universidad es una muestra de la triste condición moral de nuestra sociedad.

Claro que la astucia de este profesor es impresionante: ¡todo al final resulta adornado con palabras como «conversación sana, reflexión y seriedad».

Preguntas al aire: ¿Qué opina de esta denuncia de Bilioso? ¿Cree usted que Jaime Ruiz está detrás de estos ataques?

Ya lo ven, conversación sana, reflexión y seriedad.

10. ¿Cree usted que el profesor Solano obra de buena fe al formular esa pregunta?

Tanta «viveza» en algún momento empieza a ser torpe autocomplacencia: quien la experimenta empieza a olvidarse de que deja rastro y que cualquier persona puede evaluar lo que escribe: él no cree, pero no pretende que su escepticismo valga más que la opinión contraria, modesto que es él, pues a fin de cuentas es una opinión «no técnica ni jurídica». ¡Seguro, hombre, una opinión técnica y jurídica demostraría su error y le daría la razón a sus contradictores que creen que Jaime Ruiz sí es el que borra los blogs!

El lugar de un contrahecho moral como ése en un país civilizado sería la prisión. En Colombia es un profesor de una universidad prestigiosa porque Colombia es una suerte de mundo al revés. Un muladar.

Los comentarios que obtuvo el repugnante escrito permiten demostrar que una camarilla de ésas pretende adornar de sentido la extraña suposición de Bilioso, el cual con su colombianísimo rigor va dejando atrás la cautela [«pero sé que muchos de ustedes no estarán de acuerdo conmigo. Igual es mi opinión personal simplemente»], se exalta y se convence de que va a encontrar quien le crea, como veremos.

Dichos comentarios, 78 en total, los iremos comentando como prolongación de esta entrada a medida que haya tiempo de hacerlo.